Boletín ANAMURI Anuario 2019
Publicación marzo 2020
EDITORIAL
Este número especial del Correo de las mujeres del Campo pretende hacer un somero recorrido por las principales actividades y acciones desarrollas durante el periodo que comprende marzo 2019 a marzo 2020, podemos recordar y tal vez asemejar que el año agrícola siempre fue concebido de mayo a abril y aunque hoy ha variado pues los sistemas agrícolas actuales y las formas de producir han tenido cambios importantes, nosotras hemos establecido que nuestro año de luchas y acciones diversas la evaluamos de Marzo a Marzo. Así esta edición del Correo de las Mujeres del Campo está dedicado a los momentos más significativos que han acontecido durante el presente año y que van mostrando que las actividades y acciones de las organizaciones bases nos han fortalecido en cada uno de nuestros territorios y aunque ha sido un año difícil para nuestra organización, sin embargo el levantamiento popular de octubre lo convirtió en un futuro de esperanza, de ese ímpetu se nutrió y se lleno de consignas, colores, alegría este 8 de marzo 2020 y fue como ayer, cuando sobre nuestro pueblo estaba el horizonte oscuro de la dictadura y cada 8 de marzo la movilización de las mujeres era un signo de fuerza y esperanza que nos indicaba que el pueblo recobraba su fuerza y protagonismo. Desde nuestro gran banderazo de marzo 2019 llegamos a este 8 de marzo 2020 estimuladas fuertemente por este despertar político del pueblo que se estremeció con el grito de rebeldía de esta bella y valiente juventud que va abriendo un nuevo camino que nos “indica que no hay vuelta atrás” Este 8 de marzo la fuerza de mujeres en las calles en esta marcha llena de mística y rebeldía que se manifestó en todo el país va ensanchando ese camino de esperanza, ahí estuvimos nosotras las sembradoras de esperanzas, las trabajadoras del campo y el mar junto a la fuerza y los fundamentos del feminismo llamando a conformar la Asamblea Constituyente para que deje atrás las huellas de esta injusta constitución elaborada por el pinochetismo que fue conformando con más inclemencia, como lo señalan las tesis feministas “Un estado opresor y violador” de nuestros derechos, de nuestra dignidad, de nuestra soberanía, por eso la gran tarea política es desde nuestras raíces e identidades construir una nueva Constitución Paritaria y Plurinacional.
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