Hoy 19 de octubre, nos hemos reunido cuarenta jóvenes mujeres provenientes de distintas regiones y organizaciones de base de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, para realizar la Primera Asamblea de Jóvenes de ANAMURI en el marco de nuestro Tercer Congreso Nacional. Nuestro objetivo, poder consensuar demandas, develar problemáticas y visibilizar los continuos atropellos que se hacen en nuestra vida en el campo.
En base a las discusiones de la asamblea en los siguientes temas, declaramos:
- Sobre la Soberanía Alimentaria: Creemos que esta no se ejerce, no se respeta, ni se aplica, ya que el modelo económico impuesto en dictadura y consagrado en la constitución de 1981, privilegia la extracción indiscriminada de los recursos naturales, en distintas áreas industriales como la minería, forestales, inmobiliarias, agropecuarias y las nuevas energías mal llamadas verdes. La reciente aprobación del TPP11 es un claro reflejo de las posturas que Chile sostiene, ante lo cual como jóvenes de ANAMURI, nos declaramos en rebeldía. Seguiremos resistiendo y defendiéndonos frente a las amenazas del Estado, sus instituciones y las corporaciones transnacionales que atentan contra nuestro patrimonio alimentario y nuestra cultura campesina.
- Sobre la Tierra, Agua y Territorio: Considerando que, al no respetarse la función social de la tierra y sus recursos, el modelo extractivista ha saqueado nuestros territorios, invadiéndonos y obligándonos a una migración forzosa, amenazando los ecosistemas y dividiendo la vinculación de las comunidades, lo que resulta en una pérdida de nuestra identidad.
- Crisis Climática: Reconocemos que esta amenaza pone en peligro la sostenibilidad de nuestro futuro y la vida en el planeta. La sobreexplotación de los recursos naturales y el consumismo indiscriminado de nuestra sociedad, hace inviable la los procesos productivos tradicionales de la vida campesina, forzándola a adaptarse constantemente a un cambio sin precedentes en la historia de la humanidad.
- Sobre las Violencias: Reconocemos que nos afectan distintos tipos de violencia estructural, como la violencia de género, sexual, laboral, intrafamiliar y económica. Estas se manifiestan en la segregación, discriminación, e invisibilización del rol de las mujeres dentro del campo, la falta de acceso a servicios básicos de salud, la falta de acceso a una educación integral de calidad en la ruralidad, y la privatización de la tierra, el agua y las semillas. Estas violencias afectan la integridad física y psicológica de nuestros cuerpos, llevándonos a una precarización de la cual nadie se hace responsable.
- Sobre las Necesidades de las Jóvenes para el Buen Vivir en el Campo: Nos amparamos bajo la Declaración de los derechos campesinos hecha por la ONU en 2018. En ella reconocemos la necesidad de tener acceso a la tierra y a la vivienda, al derecho a vivir en un lugar sin contaminación, el derecho a acceder a una salud digna y a una educación de calidad, al derecho de la participación y organización colectiva en espacios socioculturales donde hacer comunidad y fortalecer nuestros vínculos a través de la cultura y los saberes ancestrales.
- Sobre la Participación: Destacamos la importancia de fortalecer las organizaciones a través de la educación popular, promoviendo el respeto, el compromiso y la comunicación asertiva, generando espacios seguros en donde el afecto y los cuidados nos ayuden a resistir los embates del sistema capitalista.
Nos declaramos una asamblea feminista campesina popular con conciencia de clase, que reconoce la organización y la movilización social como principal forma de incidir en la esfera pública, presentando propuestas claras que apunten a la horizontalidad, el apoyo mutuo, el respeto, la empatía y una mejor calidad de vida para las mujeres.
¡¡Juventud organizada, con fuerza y reflexión, impulsamos nuestro andar!!
Mira el vídeo de la Asamblea de Jóvenes:
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